Todos los años en cuanto aparecen las primeras cerezas ya es casi como una tradición que en mi casa haya una tarta Selva Negra, así que creo ya era hora de compartirla con vosotros para que antes de que se acabe esta fruta en el mercado os decidáis a prepararla. Chocolate, nata y fruta, con una ligera capa de mermelada de cerezas suena realmente tentador ¿a qué sí?

Esta delicia alemana fue elaborada por primera vez en 1915 por el pastelero Josef Keller para servir en el Agner café situado en Bad Godesberg, aunque después de un tiempo en el ejército, Josef Keller estableció su propia cafetería en Radolfzell. Fue aquí donde comenzó a trabajar un joven pastelero, August Schaefer, que aprendió todas las técnicas de confitería de su maestro.

Después de muchos años de colaboración, Josef Keller dio a Schaefer su libro de notas que contenía la receta. Su hijo, Noel Schaefer, el Konditormeister actual del Triberg Café Schaefer, heredó el libro y la receta original, y así ha podido seguir haciendo la tarta Selva Negra de Josef Keller hasta nuestros días.

Ingredientes para un molde de veinte centímetros de diámetro o doce raciones

• Para el bizcocho: 100 g de mantequilla a temperatura ambiente, 250 ml de leche, 150 g de azúcar, 15 ml de vinagre blanco, 2 huevos L, 100 g de chocolate de repostería, 15 g de cacao en polvo puro, 300 g de harina de repostería con levadura, 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
• Para remojar el bizcocho: 50 ml de agua, 50 ml de ron, 100 g de azúcar
• Para el relleno: 500 ml de nata para montar, 100 g de azúcar, 100 g de mermelada de cerezas
• Para las cerezas confitadas: 200 g de cerezas, 50 g de azúcar, el zumo de medio limón
• Para el adorno: 8 cerezas frescas, virutas de chocolate, ralladura de chocolate de repostería

Cómo hacer tarta Selva Negra

La tarta Selva Negra no es difícil, pero si laboriosa, puesto que hay que hacer varias preparaciones a la vez y debemos de organizarnos. Comenzaremos deshuesando las cerezas y las ponemos en un cacito con el azúcar y el zumo de limón a cocer durante diez minutos. Reservamos para que se vayan enfriando. Seguidamente preparamos el almíbar en otro cacito echando todos los ingredientes y dejándolo cocer durante cinco minutos a fuego medio fuerte.

Para el bizcocho comenzar precalentando el horno a 160 grados con turbo o a 170 con calor arriba y abajo. Engrasar un molde desmontable de 20 centímetros forrando su base con papel pergamino.

En un bol mezclar la leche con el vinagre y dejarlo reposar durante quince minutos. Derretir el chocolate al baño maría. Mientras, batir la mantequilla con el azúcar hasta que aumente de volumen. Añadir los huevos batidos de uno en uno, el chocolate derretido, y la harina con el cacao en polvo y el bicarbonato. Mezclar bien los ingredientes para después incorporar la leche formando una masa suave.

Repartir la masa en el molde y alisar la superficie, horneándolo durante una hora o hasta que veáis que al pincharlo con un palillo este salga limpio. Dejarlo enfriar durante diez minutos y después pasarlo a enfriar a una rejilla.

Batimos la nata con el azúcar hasta que forme picos. Cortamos el bizcocho en tres partes y pincelamos cada capa con el almíbar y posteriormente agregamos una capa de la mermelada de cereza. Colocamos encima unas pocas de cerezas confitadas y una capa con un cuarto de la nata montada. Repetimos la operación con el otro disco dejando la mitad de la nata para decorar la superficie de la tarta.

Para acabarla espolvoreamos los fideos de chocolate por los laterales, rallamos con un cuchillo unas virutas de una tableta de chocolate de repostería y adornamos con unas cerezas frescas tal y como sale en la foto.

Tiempo de elaboración | 2 horas
Dificultad | Media

Degustación

Cuando presentéis vuestra tarta Selva Negra en la mesa seguro que lo que escucháis es un ¡ohhh! generalizado. Y es que este pastel no solo está rico sino que además tiene una presentación entre rústico y sofisticado que parecerá sacado de un cuento de hadas.

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En Directo al Paladar | Tarta de chocolate. Receta

La cocina vegana me produce el más profundo de los respetos, al igual que las personas que la practican. Como sabéis, los veganos son aquellos que no toman ningún subproducto de origen animal. En mi desconocimiento sobre el tema se me hacía extraño eso de cocinar pasteles sin huevo pero quería probar y aquí está el resultado un pastel vegano de chocolate y frambuesas.

Muchos, sobre todo los que seguís mi proyecto personal o lo hacéis en redes, sabéis que soy veterinario por lo que podéis suponer que el bienestar animal me interesa mucho.No creo que pudiese ser vegano nunca, soy demasiado fan del jamón serrano y de la tortilla de patatas pero desde luego si que estoy interesado en una producción mucho más ‘humana’ que trate a los animales, no como objetos productivos, sino como lo que son, animales que sienten y padecen.

Ingredientes

• Para el bizcocho: 150 gr de harina bizcochona (con el impulsor incluido), 60 gr de cacao en polvo, 120 ml de aceite de girasol, 125 ml de leche de soja, 130 gr de azúcar de caña, 1 pizca de sal.
• Para la cobertura y decoración: 200 ml de leche de soja, 30 gr de cacao en polvo, 20 gr de maizena, 40 gr de azúcar, 50 gr de frambuesas.

Cómo hacer Pastel vegano de chocolate y frambuesas

Para el bizcocho pondremos el azúcar moreno y el chocolate en polvo en un recipiente y con una cuchara lo mezclamos bien. Después añadimos la leche de soja, volvemos a mezclar y después, el aceite. Por último, agregamos la harina tamizada, de golpe y mezclamos hasta obtener una masa bastante líquida.

Hornearemos en un recipiente de 15 o 20 cm (según queráis que sea más alto o no), untado con margarina no hidrogenada, a 170º durante 25 o 30 minutos. Lo ideal es que utilicemos el cake tester o un palillo para saber si está bien hecho. Lo sacamos y una vez frío lo pasamos a la nevera durante 6 horas.

Cuando vayamos a montar el pastel, hacemos la crema de chocolate sin huevo. En una cacerola ponemos los ingredientes y a fuego medio, sin dejar remover cocinamos unos 12 minutos hasta que espese. Yo lo hice en Thermomix, 90º durante 14 minutos. La crema resultante la pondremos sobre el pastel frío. Decoramos con unas frambuesas u unas hojas de menta.

Tiempo de preparación | 1h y 30 minutos ( + 6 horas de reposo)
Dificultad | media

Degustación

Esta receta de pastel vegano de chocolate y frambuesa es absolutamente deliciosa y el contraste de temperaturas lo hace muy especial. Desde hoy, la repostería vegana, me ha conquistado así que no descarto seguir haciendo recetas en esta línea. Ojo, es vegano, no hipocalórico, si queréis disminuir las calorías podemos cambiar el azúcar por edulcorantes o stevia. En todo caso es un pastel adictivo. Espero que lo disfrutéis.

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En Directo al Paladar | Bizcocho húmedo de chocolate

Hoy en nuestro paseo por la gastronomía de la red os quiero endulzar un poco el verano, y para eso nada mejor que una selección de tartas espectaculares que han preparado nuestros compañeros blogueros esta semana, y es que parece que hay ganas de dulce y se han puesto de acuerdo, porque pocas veces aparece la red tan golosa.

El verano se presta para comidas entre familia y amigos y nada mejor que coronar cualquier reunión con alguna de las tartas que hoy os propongo para quedar como el perfecto anfitrión. Así que venga, acomodaros, y disfrutad de este paseo por la gastronomía de la red con doce recetas de tartas impresionantes.

Comenzamos con la fruta de la temporada, las cerezas, tan ricas y versátiles que dan juego siempre para preparar deliciosos pasteles. Como este del blog “Pasteles de colores” que nos presenta su tarta de cerezas, o también otra versión que incluye además lácteos y más fruta de “Con sabor a canela”, que nos hace disfrutar con su rica tarta de fresas, cerezas y requesón.

Cambiamos de fruta y nos vamos con el limón, con él he encontrado verdaderas delicias como esta tarta al limón y queso crema de “To be gourmet”, impresionante desde luego, o en el “Recetario canecositas” un espectacular tarta mousse de limón con gelatina de gin tonic, que ya solo con oír el nombre se me hace la boca agua. Y en versión mini nos acerca “Dulcinea” unas minitartas de limón ideales para servir de forma individual.

Sin duda espectacular os va a parecer esta tarta que Cristina de “Kanela y limón” ha preparado esta semana, tarta de panacotta y sandía, original y utilizando esta fruta poco frecuente en postres. Aunque con una decoración exquisita también esta la tarta de rosas rojas del blog “La creme de la creme”, esto si que es dominio de la manga pastelera.

Pero si lo vuestro son los helados nada mejor que estas dos propuestas una de “Merceditas Bakery” con su tarta helada de queso y cerezas, otra de “Velocidad cuchara”, pero en este caso una versión de tarta helada de chocolate que me ha parecido deliciosa o incluso un clásico riquísimo, tarta helada de nata del blog “Angi azúcar y canela”

Seguimos con el chocolate que me apasiona y nos detenemos en el blog “Jaleo en la cocina” para disfrutar con su tarta de chocolate, vainilla y fresas continuando hasta llegar a “La postrería de Noe” que nos presenta una deliciosa tarta alta en capas, un layer cake de cacao, naranja y grosellas.

Pues bien, aunque la operación biquini flota en el ambiente seguro que nadie dejaría de probar un trocito de estas tartas. Yo pensando en ellas me despido hasta la semana que viene, donde os espero con un nuevo paseo por la gastronomía de la red ¡hasta pronto!

Imágenes | Kanela y limón | Con sabor a canela | Velocidad cuchara
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Mientras aún haya picotas en el mercado tenemos que aprovechar, porque su dulzura es tan excepcional que son ideales para preparar muchísimas recetas. Si el otro día hice una deliciosa mermelada de picotas, hoy he preparado esta receta de tarta clásica de cerezas picotas que tiene una pinta que no creo que vaya a llegar hasta mañana.

La idea la tomé de la tarta cherry pie que preparó Miriam del magnífico blog El invitado de Invierno, aunque yo la he llevado a cabo de una forma más sencilla, al utilizar una masa quebrada precocinada de la sección de refrigerados de mi supermercado, porque con este calor me encontraba un poco perezoso. No obstante, el resultado ha sido delicioso, estupendo para una merienda familiar.

Ingredientes para una tarta de 10 raciones

• 2 planchas de masa quebrada, 600 gr de cerezas deshuesadas, 150 gr de azúcar, 1 huevo, 2 cucharadas de maizena y 1 vainilla fresca

Cómo hacer una tarta clásica de cerezas picotas

El día anterior a preparar nuestra tarta, comenzaremos deshuesando las cerezas picotas, que dejaremos en un bol con el azúcar. Sacamos las semillas de la vainilla y las añadimos a la preparación.

También podemos usar 1/2 cucharadita de esencia de vainilla y, opcionalmente, podemos añadir en el bol unas gotas de licor de cerezas o kirsch. Removemos bien y las dejamos en la nevera durante la noche para que maceren y suelten su jugo.

Por la mañana, untamos de mantequilla la base de un molde de tarta o como hice yo, usamos un papel de horno para que la masa quebrada no se pegue en el fondo. Colocamos la plancha de masa quebrada bien extendida para que cubra la base y haga algo de altura en los bordes de la tarta.

Metemos en el congelador la masa, mientras precalentamos el horno a 200º. Una vez el horno esté bien caliente, sacamos la base del congelador y la horneamos la base durante unos diez minutos.

Añadimos la maizena a las picotas y removemos bien para que se integre con los jugos que hayan soltado durante la noche. Después, sacamos la masa quebrada del horno y volcamos el relleno bien mezclado en el centro de nuestra tarta, repartiéndolo con cuidado para cubrir toda la superficie.

Cortamos tiras con la otra plancha de masa quebrada y fabricamos un enrejado, pellizcando los extremos de las tiras para que se unan con la masa de la base. Pincelamos con huevo batido la reja y horneamos durante 45 minutos aproximadamente, hasta que la masa tenga un color dorado y el relleno burbujee.

Tiempo de elaboración | 1 hora más el macerado de las cerezas
Dificultad | Media

Degustación

Esta tarta clásica de cerezas picotas es excelente para una merienda, acompañada de un té. Lógicamente también puede tomarse como postre con una bola de helado de vainilla, pero me gusta más disfrutarla merendando tranquilamente en estas tardes de verano.

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El término anglosajón topper es muy conocido en el mundo de la repostería, sobre todo en la temática de tartas y cupcakes. Hace referencia a esos adornos, normalmente no comestibles, que suelen emplearse para coronar pasteles. En los últimos tiempos causan furor los toppers con forma de guirnalda, que los más mañosos hacen a mano, aunque hasta ahora no había visto unos adornos tan originales como los de Madeline Trait, elaborados en madera.

Esta autora estadounidense, que comenzó su carrera en el ámbito de la arquitectura y el diseño de interiores, abrió su propio estudio en San Francisco tras darse cuenta de que lo que realmente le apasionaba era trabajar diseñando y creando objetos que reflejaran su idea de la belleza. Así, terminó especializándose en el mundo de la celebración de eventos, creando elementos únicos para todo tipo de ocasiones especiales.

En la sección de sus adornos para tartas encontramos diseños elegantes donde predomina la temática floral, una de sus pasiones, pero también otros modelos. Están elaborados en madera contrachapada de unos 3 mm de grosor, recortados y pintados a mano con diferentes colores que se pueden variar a gusto del cliente.

Algunos toppers tienen forma de guirnalda, con dos pequeños pinchos a cada extremo para poder colocarlos sobre la masa del pastel, mientras que otros tienen una bonita forma de arco que se puede poner directamente sin necesidad de elementos intermedios. También destacan sus diseños en forma de corona que se pueden colocar tanto sobre la tarta como rodeándola y protegiéndola.

Los bonitos diseños están pensados no sólo para decorar una tarta en una ocasión especial, sino también para poder usarlos como elementos decorativos después de terminar el pastel. Su idea inicial comenzó como diseños pensados especialmente para bodas, pero actualmente ofrece otros modelos para cumpleaños o cualquier otra ocasión que se presente.

Cada topper está elaborado a mano por la propia autora, con los detalles sujetos a la necesidad de cada cliente. Se pueden comprar a través de su página web con un precio que oscila entre los 15 y 50 euros, aproximadamente. Aunque seguro que los más manitas podrían elaborar sus propios adornos de tartas sobre madera emulando a esta artista; quizá me anime a intentarlo un día recordando aquellos proyectos que elaborábamos en el colegio en el taller de dibujo y tecnología.

Más información | Madeline Trait
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Tartas de queso y magdalenas habré elaborado cientos en mi vida dado que son unos de los postres más sencillos y más ricos con los que me inicié en la cocina. Esta receta de tarta de ricotta o requesón es una de esas tantas que he probado y que en casa gusta mucho.

Para la receta utilicé ricotta propiamente dicha ya que en grandes superficies encuentro una marca italiana que la comercializa como tal, pero es lo mismo que el requesón, así que no dudéis en intercambiar el ingrediente porque no hay problema.

Ingredientes para 12 personas

• 170 g de mantequilla a tª ambiente, 150 g de azúcar, ralladura de 2 limones, 3 huevos L, 1 pizca de sal, 1 cucharada de zumo de limón, 240 g de queso ricotta, 85 g de harina de repostería, 1 cucharadita de levadura química (Royal), frutillas para adornar.

Cómo hacer tarta de ricotta

Calentamos el horno a 160º con calor arriba abajo. Batimos la mantequilla con el azúcar y la ralladura hasta obtener una crema suave. Agregamos las yemas de huevo una a una mientras seguimos batiendo, el requesón, el zumo de limón y la pizca de sal.

Espolvoreamos la harina unida a la levadura tamizadas y unimos todo hasta tener una crema homogénea. Por último, mezclamos con cuidado las claras de los tres huevos montadas a punto de nieve.

Vertemos la masa en un molde engrasado de entre 20 y 23 centímetros como mucho y horneamos durante unos 45 minutos o hasta que comprobemos con un palillo en el centro de la tarta que está hecha.

Sacamos del horno, dejamos reposar cinco minutos antes de desmoldar y esperamos que la tarta se enfríe antes de servirla. Con frutas, helado o confitura casera resulta una delicia.

Tiempo de elaboración | 1 hora
Dificultad | Baja

Degustación

La tarta de ricotta o requesón es una receta sencilla de hacer a pesar de tener varios pasos. El resultado merece la pena ya que es una tarta muy suavecita y con una textura muy especial. En este caso la he acompañado de una compota natural de arándanos frescos y unos physalis al natural.

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Siempre tengo la duda de que tarta preparar el día que me toca llevar algo dulce a una fiesta. Suelo pensar distintas opciones, preguntar a las amigas, consultar libros de recetas, pero al final se me suele echar el tiempo encima con los demás preparativos, y suelo acabar optando por esta sencilla pero muy efectiva tarta de mousse de chocolate que se preparara sin horno.

Como os podréis imaginar es una tarta suave, que se deshace en la boca, pero que a la vez no es todo aire pues en su interior tiene una mousse contundente lo que hace que sea un pastel que rinda para bastantes porciones. Lo único, es que tenéis que prever el contar con unas horas para que la mousse coja cuerpo en la nevera, por lo que no es la típica tarta de hacer en el momento que os entre el antojo.

Ingredientes para un molde de veintitrés centímetros de diámetro

• Para la base: 100 g de chocolate negro de repostería, 100 g de mantequilla, 200 g de galletas tipo Digestive

• Para la mousse: 300 g de chocolate de repostería de calidad, 4 huevos L separados en clara y yema, 300 ml de nata para montar, 50 g de azúcar, un pellizco de sal.

Cómo hacer tarta de mousse de chocolate

Comenzaremos preparando la base. Para ello derretimos el chocolate al baño maría o al microondas junto con la mantequilla. Después aplastamos las galletas con un rodillo hasta hacerlas migas y combinarlas con la mezcla anterior hasta formar una masa. Extender en un molde desmontable de veintitrés centímetros de diámetro, aplastándola y dejándola una hora refrigerar.

Para elaborar la mousse, fundimos el chocolate negro también al baño maría. Usando una batidora de varillas montamos las claras a punto de nieve con un pellizco de sal y le añadimos el azúcar.

Montar la nata bien fría con las varillas o batidora, pero sin que quede excesivamente dura. Entonces mezclamos las yemas de huevo batidas con el chocolate, añadimos la nata montada y finalmente incorporamos las claras batidas a puntos de nieve. Extendemos sobre la base y dejamos en la nevera toda la noche para servirla el día siguiente.

Tiempo de elaboración | 30 minutos más los tiempos de enfriado
Dificultad | Fácil

Degustación

La tarta mousse de chocolate es una tentación para los amantes del cacao. Os aconsejo la acompañéis simplemente con unos fideos de chocolate o bien unas frambuesas que combinan a la perfección aportándole su toque ácido.

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Desde su inauguración en 2006, la pastelería madrileña Moulin Chocolat se ha creado una buena fama con sus dulces de estilo francés, sus galletas, sus bizcochos y sus macarons. Hoy lanzan un libro con sus recetas más interesantes bajo el título Sensaciones dulces. Postres, bizcochos y mucho chocolate para hacer en casa.

Ricardo Martínez y Sonia Andrés desvelan las recetas de sus postres más creativos, adaptadas para que los reposteros aficionados podamos hcerlas en casa disfrutando de su técnica y aprendiendo nuevas recetas. Algunas son clásicas como la tarta Sacher, la Selva Negra, las cookies o los Cupcakes.

Otras son más complicadas o más novedosas como las trufas de azafrán y miel, los eclairs de vainilla Bourbon o los minifinanciers de chocolate. En todo caso, es un libro que nos trae una buena colección de recetas de postres y dulces que nos va a hacer disfrutar solamente con hojearlo, así que en cuanto llevemos a la práctica sus enseñanzas, aún disfrutaremos más.

Estructura y contenido

Tras un bonito prólogo de la periodista Sara Cucala, el libro continua con una declaración de principios, enseñándonos cuál es la filosofía de Moulin Chocolat. Esta filosofía se traslada al libro para que las recetas sean a la vez atractivas y deliciosas.

“En Moulin Chocolat damos especial importancia al sabor; es cierto que el postre debe ser artístico a ser posible, pero lo fundamental es que esté bueno, que los sabores y texturas cominen perfectamente formando un todo”

El libro se divide en varios capítulos que agrupan recetas de estilo similar. Así, encontramos un primer grupo dedicado a tartas y bizcochos, con recetas basadas en masas esponjosas. Madeleines, Financiers, brownie, cake y tartas son los principales postres de esta sección.

Después siguen los capítulos dedicados a la Pasta Choux, con eclair, chouquettes y craquelins, Sablés y galletas, con cookies, speculoos y diamantes de vainilla entre otras apetecibles propuestas.

Tras ellos, los postres servidos en vaso, con recetas tan sugerentes como el vaso sibarita, el Gin tonic o los vasos de pistacho con mascarpone y cerezas. Seguimos con las Locuras dulces, con propuestas como rocas de chocolate o grageas de avellana y frambuesa, para cerrar con los postres en plato como el helado de chocolate, la creme brulèe o la sopa crujiente de frutas amarillas.

Mención aparte tienen otros capítulos como las recetas básicas que sirven para muchos postres, los capítulos dedicados a técnicas y decoraciones o los consejos sobre materiales y utillaje necesarios para las preparaciones que enseña el libro.

En resumen, el libro Sensaciones Dulces es tan rico como promete, una buena idea para perderse unas horas entre chocolates, masas, bizcochos y todo un surtido de recetas dulces para hacernos triunfar en los postres de la mano de pasteleros profesionales.

Sensaciones Dulces

Editorial La esfera de los libros
ISBN 978 84 9970 891 1
Precio 21,90 euros

Web | Web Moulin Chocolat
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Uno de mis postres preferidos es la tarta de manzana, y como existen tantas versiones, tal como sucede con las de queso, no me resisto a probar todas las recetas que encuentro. En este caso esta receta se la vi a Webos Fritos hace bastante tiempo, pero se había quedado grabada en mi memoria y por fin llegó el día de elaborarla.

Para esta receta vamos a utilizar compota de manzana, que también publiqué el lunes, para que así hagáis todo el proceso sin problema. Es verdad que se puede utilizar compota y hojaldre comprado, pero como lo casero no hay nada, ya sabéis. El resultado es una tarta finísima y crujiente que es un vicio.

Ingredientes para 4 personas

• 1 lámina de hojaldre, 4 manzanas, 200 g de compota de manzana, 20 g de mantequilla, azúcar, gelatina de manzana o mermelada de albaricoque.

Cómo hacer tarta de manzana fina y crujiente

Calentamos el horno a 190º calor arriba abajo sin aire. Sobre una bandeja de horno sin borde, tipo a la de las galletas, colocamos papel de horno, sobre éste la lámina de hojaldre. La pincelamos con la mantequilla derretida tibia y espolvoreamos con un poco de azúcar.

Colocamos encima otra bandeja y giramos, damos la vuelta al hojaldre, de modo que ahora la parte pincelada y azucarada haga de base. En la parte superior colocamos la compota de manzana, llegando casi hasta el borde, y sobre ella rodajas de manzana muy finas, de forma ordenada y bonita.

Pincelamos con mantequilla, espolvoreamos con azúcar. Ponemos sobre la tarta una rejilla, otra bandeja o peso plano, para evitar que el hojaldre suba y horneamos durante unos 35 minutos, más o menos, hasta que veamos que está ligeramente dorado.

Un poco antes de terminar el tiempo de horneado retiramos la bandeja superior y dejamos que la tarta se dore. Sacamos del horno y barnizamos con gelatina de manzana o mermelada de albaricoque. Servimos inmediatamente.

Tiempo de elaboración | 45 minutos
Dificultad | Baja

Degustación

Esta tarta de manzana fina y crujiente debe tomarse templada, caso recién sacada del horno. Se puede tomar sola o con un poco de helado de vainilla, contrastando en sabor y temperatura, haciendo un postre, que os aseguro, queda espectacular.

En Directo al Paladar | Compota de manzana. Receta
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Sí, ya sé que mi compañera Liliana justamente hoy os hablaba sobre cocina abstemia y yo ya os traigo para tentaros un pastel de chocolate y vino tinto, pero es que no me he podido resistir, lo siento.

Esta sorprendente mezcla no es una tarta apta para niños, pero sí para los amantes de una buena copa de vino y sobre todo del chocolate. A medio camino entre un bizcocho y una especie de brownie, este pastel es consistente, por lo que os dará para repartir entre varios invitados.

Ingredientes para un molde de veintidós centímetros de diámetro

Como hacer pastel de chocolate y vino tinto

Comenzaremos engrasando un molde desmontable para tartas. Después en un cacito calentamos el vino tinto, el cacao en polvo, la mantequilla y el azúcar. Mezclar y calentar hasta que se derritan todos los ingredientes. Retirar del fuego y dejar atemperar. Precalentar el horno a 170 grados con calor arriba y abajo.

Separar los huevos en yemas y claras, montar estas últimas con una batidora de varillas. En un bol batir las yemas con la cucharada de maicena y verter en el cazo de la mezcla de vino, cacao, azúcar y mantequilla. Remover con unas varillas y llevarlo de nuevo a ebullición, cocerlo unos minutos hasta que espese ligeramente.

De esta mezcla separar 150 mililitros que se usarán para glasear la tarta. Al resto añadirle la harina y la levadura, mezclar con cuidado agregando por último las claras batidas a punto de nieve. Incorporar en el molde alisando la superficie y hornear durante cuarenta minutos.

Si os gustan las tartas muy remojadas, cocer el agua, el azúcar y el ron en un cacito a fuego fuerte durante cinco minutos y bañar el bizcocho en caliente justo recién salga del horno. Si no lo queréis tan borracho simplemente añadirle por encima el glaseado que habíamos reservado y dejarlo enfriar.

Tiempo de elaboración | 1 hora y cuarto
Dificultad | Media

Degustación

El pastel de chocolate y vino tinto os aconsejo no lo consumáis demasiado frío, en caso de que lo hagáis con anterioridad retírarlo como unos quince minutos antes de tomarlo para que se templa en el ambiente, pero después como el glaseado lleva huevo es conveniente meterlo de nuevo en la nevera.

En Directo al Paladar | Tarta mágica de chocolate. receta
En Directo al Paladar | Tarta de chocolate. Receta

El libro que os traigo hoy, Más pasión por el chocolate!, está especialmente dirigido a auténticos chocoadictos, entre los que tengo el honor de encontrarme ¿Os gusta este adictivo ingrediente también a vosotros? Entonces os invito a conocer esta recopilación repleta de deliciosas preparaciones, una joya que no podéis dejar escapar.

Pasión por el chocolate, el anterior libro de la autora, tuvo tanto éxito y aceptación por el público, fue premiado en varias ocasiones como el mejor libro sobre el chocolate del mundo, que Deseine se ha visto “obligada” a revisar la anterior edición y completarla, una tarea que parecía imposible pero que ha conseguido mejorar con recetas inéditas.

Las imágenes que acompañan las recetas, obra de Marie-Pierre Morel, son de una enorme belleza, tan realistas que hasta parecen desprender todo el aroma del chocolate. Me gusta especialmente que el fondo usado sea oscuro, como el mismo ingrediente que pretenden inmortalizar, pues confiere a las fotografías un halo intimista que las asemeja a un lienzo.

La autora de la obra, dice en el prólogo que “en diez años, nuestro amor por el chocolate no ha disminuído, pero quizás sí que ha cambiado un poco. Hoy en día, se toman más en serio a ciertos ingredientes o procedimientos que eran más inocentes hace algunos años. Así, uno olvida a aquello cuyo momento ya pasó y esas recetas ya no existen“. Esta es la razón de esta revisión.

Como en la anterior edición, el libro empieza con una serie de consejos sobre el chocolate: tiene que elegirse de la mejor calidad posible para conseguir un resultado óptimo, el chocolate blanco puede ser tan refinado como el negro o un porcentaje de un 64% es estupendo para repostería, son ideas básicas que todos deberíamos conocer.

Os invito también a perderos por la descripción de todas las variedades de chocolate que podemos encontrar: pastillas, barras, granas, chips, en polvo, etc. y las explicación de como usar mejor cada una de ellas. Creo que, al menos en Ibiza, me resultará imposible encontrarlas todas. Qué pena.

La estructura del libro es semejante a la anterior. Los recetas que podemos encontrar se encuentran agrupadas en: tortas; tartas; galletitas, cookies y muffins; cremas y mousses; salsas; bombones y moldeados; frutas; helados; copas y trifles; decoración; salado; bebidas y para el cuerpo. Venga, confesad que se os hace la boca agua ¡A mí sí!

En definitiva, Más pasión por el chocolate! es mucho más que la simple revisión de un libro anterior, es un auténtico manual de este universal ingrediente que hará las delicias de los amantes de la repostería, tanto si os gusta cocinar como si os gusta saborear las mejores recetas. Os lo recomiendo como libro de recetas de fondo de armario.

Más pasión por el chocolate

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Las tartas con fruta no tienen nada que envidiar a ninguna otra por muy sofisticada que sea. Aprovechando las frutas que tenemos cada temporada podemos disfrutar de pasteles sencillos y muy jugosos como esta receta de tarta de ciruelas claudias.

Con el propio azúcar y jugo que contiene la fruta, poco más necesita para que obtengamos un postre exquisito, así que os animo a probarla. Si no encontráis crema agria, o creme fraiche, se puede sustituir por nata semi montada.

Ingredientes para 1 tarta

• 1 lámina de hojaldre, 300 g de creme fraiche o nata semibatida, 1 huevo M, 30 g de mantequilla, 80 g de azúcar glacé, azúcar moreno, 1/2 k de ciruelas claudias.

Cómo hacer tarta de ciruelas claudias

Calentamos el horno a 180º calor arrba abajo sin aire. En un molde antiadherente desmontable colocamos la lámina de hojaldre, cortando los excedentes de masa. Pinchamos la base con un tenedor. Batimos el huevo y lo mezclamos con el azúcar y la nata ácida.

Vertemos con cuidado sobre la masa. Por encima colocamos las ciruelas claudias limpias, secas y partidas por la mitad. Espolvoreamos con azúcar moreno y repartimos la mantequilla en trocitos.

Horneamos durante 45 minutos o hasta que la superficie de la tarta esté dorada. Dejamos enfriar y refrigeramos, preferiblemente, unas horas antes de consumir la tarta. Desmoldamos con cuidado y servimos.

Tiempo de elaboración | 1 hora
Dificultad | Baja

Degustación

Esta tarta de ciruelas claudias necesita reposo para que esté en su punto perfecto. Aunque se puede tomar recién hecha, personalmente recomiendo dejar que se enfríe, incluso refrigerarla durante unas horas. Aunque el hojaldre es mejor tomarlo cuando se acaba de hornear, el relleno queda mucho mejor fresquito.

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La receta de tarta normanda de manzana es tan sencilla, que creo que cuando la leáis deseareis tener todos reservas de esa fruta para prepararla. Yo en este caso no tenía una base de masa quebrada refrigerada y la he preparado casera, pero vosotros podéis escoger según el tiempo del que dispongáis.

El sabor como siempre resulta mucho mejor el de la preparada en casa y tampoco es tan complicada de hacer, simplemente necesitamos tener los ingredientes bien fríos y trabajarla rápido. Sea de una manera u de otra os la recomiendo.

Ingredientes para un molde de tarta de veintiocho centímetros de diámetro

Cómo hacer tarta normanda de manzana

Comenzaremos preparando la masa, para ello echamos los ingredientes en el vaso de un robot de cocina o en un bol en el siguiente orden, la harina, la mantequilla bien fría y cortada en trocitos, un pellizco de sal, el azúcar, las yemas de huevo, y la leche fría.

Si la preparamos con un robot darle unas pulsaciones hasta que se hagan unas migas, pasarlo a una encimera y comenzar a amasar rápidamente hasta formar una masa blanda, pero no pegajosa. En el caso de usar una base comprada simplemente extenderla encima del molde y pincharla para que no suba en exceso. Precalentar el horno a 200 grados con calor arriba y abajo.

Pelar y picar en cuartos las manzanas y estos cuartos a su vez en otros cuatro gajos. Batir los huevos enteros, el azúcar, el azúcar avainillado y la creme fraiche. Hornear durante diez minutos la masa en crudo cubierta con un papel y legumbres. Retirar del horno y añadirle las manzanas y por encima la mezcla del relleno. Cocer a 200 grados durante quince minutos y después bajar el horno a 180 grados durante cuarenta minutos más.

Tiempo de elaboración | 1 hora y media
Dificultad | Fácil

Degustación

Esta tarta normanda de manzana siempre será bienvenida en tus postres y meriendas de otoño, mucho más sencilla de preparar que la que lleva base de crema pastelera, es ideal para darnos un capricho dulce. Podéis espolvorearla con azúcar glas por encima una vez fría para que os quede con una mejor presentación.

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Con esta receta de tarta de San Prudencio he descubierto otro postre de nuestra geografía. En concreto, esta tarta es típica de Vitoria, recibe el nombre en honor de su patrón, que se celebra el 28 de abril, y podéis encontrarla en todas las pastelerías de la localidad en esa fecha.

Os la recomiendo porque está realmente deliciosa. La preparé con Thermomix, lo cual facilita bastante el trabajo, pero para los que no dispongáis de este robot de cocina, podéis prepararla igualmente pues es muy sencilla. Un bizcocho esponjoso relleno de nata montada y con una capa superior de crema de trufa. Espectacular.

Ingredientes para un molde de 22 cm

• Ingredientes para el bizcocho genovés: 4 huevos, 120 g de azúcar, 1 cucharadita de azúcar avainillado, 120 g de harina de repostería, 1 pellizco de sal, 1 sobre de levadura.

• Ingredientes para la crema de trufa: 500 g de nata con 35% de materia grasa, 60 g de azúcar, 100 g de chocolate fondant troceado.

• Ingredientes para la nata montada: 500 g de nata con 35% de materia grasa, 60 g de azúcar.

• Ingredientes para el montaje: 100 g de licor Marc de Cava o de crema de orujo, 2 cucharadas de cacao puro en polvo.

Cómo hacer tarta San Prudencio

Empezamos haciendo la crema de trufa. Ponemos en el vaso la nata y el azúcar y programamos 6 min/90ºC/vel 2. Añadimos el chocolate y mezclamos 30 seg/vel 3, hasta que el chocolate esté fundido. Lo ponemos en un bol, lo dejamos enfriar y lo reservamos en el frigorífico.

Seguimos preparando el bizcocho genovés. En el vaso limpio, ponemos la mariposa en las cuchillas y ponemos los huevos, el azúcar, el azúcar avainillado y programamos 6 min/40ºC/vel 4, y a continuación, programamos 6 min/vel 4 (sin temperatura).

Abrimos la tapa y añadimos la harina, la levadura y la sal alrededor de la mariposa. Cerramos y programamos 4 seg/vel 3. Retiramos la mariposa y, con la espátula, terminamos de envolver la mezcla con cuidado. Vertemos la masa en un molde engrasado y horneamos unos 20-25 minutos a horno precalentado a 180ºC.

Lavamos el vaso y la mariposa. Colocamos la mariposa en las cuchillas, vertemos la nata bien fría, el azúcar y programamos velocidad 3 sin programar tiempo, hasta que la nata esté montada. Hay que vigilarla por el bocal mientras se monta, para que no se corte. Vertemos en un bol y reservamos en la nevera.

Sin lavar el vaso y con la mariposa en las cuchillas, vertemos la crema de trufa reservada (tiene que estar bien fría) y programamos velocidad 3 sin programar tiempo, hasta que la trufa esté montada. Hay que vigilarla por el bocal mientras se monta, para que no se corte. La vertemos en un bol y la reservamos en la nevera.

Cortamos el bizcocho por la mitad en dos discos. Forramos con film transparente un aro de repostería lo suficientemente grande y lo colocamos en la bandeja donde vayamos a servir la tarta. Introducimos dentro del aro el disco inferior del bizcocho, lo humedecemos con un poco de licor, vertemos encima la nata montada y alisamos con una espátula.

Colocamos el otro disco encima y regamos con el licor. Vertemos encima la crema de trufa. Alisamos con la espátula y espolvoreamos con el cacao puro en polvo. Reservamos en la nevera toda la noche, para que se ponga firme. Retiramos el aro del molde y servimos.

Tiempo de elaboración | 1 hora y media, más enfriado toda la noche
Dificultad | Fácil

Degustación

Mientras preparaba esta receta de tarta de San Prudencio, pensaba que tal vez la íbamos a encontrar un poco empalagosa, pero nada más alejado de la realidad. La llevé como postre para una comida entre amigos y os aseguro que nos encantó a todos, recién sacada de la nevera es una tentación. No quedaron ni las migas.

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Estamos en temporada de membrillos, así que nada mejor que emplear esta fruta que después ya no disfrutaremos el resto del año bien sea haciendo el clásico dulce, o como en el caso de hoy usándolos para una deliciosa Tarta Tatin de membrillos, en donde os va a sorprender el sabor de esta fruta en un pastel.

La Tarta Tatin es sencilla de preparar, no necesita de cremas ni rellenos, simplemente un caramelo y la masa de vuestro agrado, ya sea una quebrada o bien una lámina de hojaldre como ha sido en mi caso. Con cualquiera de las dos os quedará bien, y ya no digo nada si encima es casera y preparada por vosotros.

Ingredientes para la tarta Tatin de membrillo

Cómo hacer una tarta Tatin de membrillos

Comenzaremos pelando y descorazonando los membrillos para después partirlos en cuartos. Colocaremos una olla alta con dos litros de agua y los 250 gramos de azúcar y echaremos en ella a cocer los cuartos de membrillo durante cuarenta minutos.

Una vez pasado el tiempo los escurrimos para una fuente con cuidado y los dejamos enfriar. Mientras preparamos un caramelo en seco calentando en una cazuela el azúcar, una vez que se ha tornado en un caramelo rubio echamos con cuidado la mantequilla para que se derrita, añadiéndole posteriormente los trozos de membrillo cocidos.

Enmantequillamos un molde de unos veintidós centímetros y disponemos los membrillos caramelizados por la base, añadimos por encima de ellos el caramelo sobrante y metemos todo en la nevera para que enfríe. Precalentamos el horno a 190 grados.

Una vez fríos las membrillos colocamos por encima la masa escogida, remetiendo los bordes entre la fruta y las paredes del molde, la pinchamos ligeramente y horneamos durante treinta minutos o hasta que esté dorada. Girar la tarta encima de un plato con mucho cuidado pues los líquidos de la cocción pueden salir por fuera del molde.

Tiempo de elaboración | 2 horas
Dificultad | Fácil

Degustación

La Tarta Tatin de membrillo se sirve templada o caliente, aunque esto es para gustos pues hay la quien prefiere del frigorífico, sea como sea esta especialidad de la gastronomía francesa es un bocado espectacular.

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Seguro que alguno estaréis pensando que si no me canso de hacer tartas de manzana, pues ya os digo que no pues son mi debilidad. La receta de hoy es clásica, pero con un sutil toque centroeuropeo que le aportan las especias tanto a la masa como a la fruta, y por tanto a esta tarta de manzana con clavo y canela ya la hace diferente.

En esta ocasión he utilizado manzana reineta porque quería darle un punto de acidez en contraste a una crema pastelera bastante dulce. Vosotros podéis emplear cualquier manzana de otra variedad, mejor que sea un poquito ácida y que no esté excesivamente madura para que al hervirla no se os desarme.

Ingredientes para un molde desmontable de veintitrés centímetros de diámetro

Cómo hacer tarta de manzana con canela y clavo

Comenzaremos preparando la masa. Para ello en un robot de cocina con cuchilla vamos echando todos los ingredientes de la base en ese orden y mezclamos a velocidad rápida hasta que veamos unas migas húmedas, las sacamos para un bol y amasamos rápidamente con los dedos para no calentar la mantequilla y formar una masa.

Engrasamos un molde de tartas desmontable y vamos cogiendo pequeñas porciones de masa que pegamos en la base y los laterales hasta que lo tengamos todo cubierto, quitando el exceso de los bordes de las paredes con un cuchillo. Refrigeramos mientras que preparamos la crema y las manzanas.

Para la crema yo utilizo la receta de la crema pastelera en cinco minutos, pero podéis hacerla con los mismos ingredientes en un cacito al fuego. Pelamos y cortamos las manzanas en gajos. Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.

En una olla mezclamos el agua y el azúcar haciendo un jarabe, le añadimos el palo de canela y el clavo y lo llevamos a ebullición, escaldamos las lonchas de manzana durante dos minutos y las vamos retirando para una fuente.

Horneamos la masa durante diez minutos con unas legumbres secas. La retiramos del horno y le añadimos la crema pastelera y cubrimos con los gajos de manzana. Horneamos durante treinta y cinco minutos. Al sacarla del horno la pincelamos con el sirope caliente de cocer las manzanas.

Tiempo de elaboración | 1 hora y cuarto
Dificultad | Fácil

Degustación

Estas dos especias casan a la perfección con la manzana, así que os auguro que la tarta de manzana con canela y clavo será un éxito entre vuestros comensales servida bien fresquita y con un poco de nata al lado.

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Los bizcochos y pasteles de fruta son una de mis debilidades y concretamente los que llevan manzana. Me sucede lo mismo con las tartas de manzana, que pruebo todas aquellas recetas que caen en mis manos, así que cuando vi en una revista este pastel de pera y manzana, no pude resistirme a probarlo.

El resultado es fantástico. Realmente es una tarta tipo bizcocho ligero, mezcla entre pastel y cake, que es muy agradable al paladar y no resulta nada pesado ni dulzón. Si lo decoramos con fruta ácida, como en mi caso con unas frambuesas, el contraste es muy bueno. ¡Probadlo!

Ingredientes para 4 personas

• 1 manzana, 2 peras, 2 huevos, 80 ml de leche, 80 g de azúcar, 80 g de harina, 8 g de levadura química, 40 g de mantequilla, 1 pizca de sal, azúcar glas.

Cómo hacer pastel de peras y manzanas

Calentamos el horno a 180º con calor arriba abajo sin aire. Batimos los huevos con el azúcar y la pizca de sal hasta que esponjen. Agregamos poco a poco la leche y la mantequilla derretida tibia. Unimos con la harina y la levadura tamizadas mientras seguimos batiendo.

En un molde redondo o cuadrado, engrasado y ligeramente enharinado de 20 cm, colocamos láminas finas de manzana pelada, vertemos por encima la mitad de la masa, colocamos láminas finas de pera y cubrimos con el resto de la masa.

Horneamos durante una media hora, más o menos, hasta que el pastel esté ligeramente dorado y cuajado. Dejamos que se temple un poco, lo desmoldamos y servimos espolvoreado de azúcar glas y unas frutas, si lo deseamos.

Tiempo de elaboración | 1 hora
Dificultad | Baja

Degustación

Este pastel de peras y manzanas resulta muy jugoso e ideal para tomar tanto templado como frío, con lo cual podemos hacerlo con antelación si nos interesa. La receta es apta para utilizar también con cualquier otra fruta de temporada con pulpa firme como plátano o mango.

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Si os gusta el vino dulce os va a encantar esta tarta de Pedro Ximénez que he preparado en estos días. Su interior, una mezcla de crema y pasas la hacen original y distinta, pues el Pedro Ximénez es un vino mucho más empleado por lo general en la cocina salada que en la dulce, al contrario de lo que pudiera parecer.

Como todas las tartas con base de masa quebrada, podéis escoger el prepararlo vosotros si tenéis tiempo o recurrir a una refrigerada. En este último caso se acelera mucho el tiempo de servirla pues no necesitamos los reposos que precisa la masa casera, aunque de sabor suele ser mucho más sabrosa esta última.

Ingredientes para un molde desmontable de veinticuatro centímetros de diámetro

Cómo hacer tarta de Pedro Ximénez

Comenzaremos precalentando el horno a 200 grados con calor arriba y abajo. Extenderemos nuestra masa quebrada en el molde, recortando los bordes sobrantes y pinchándola con un tenedor, tapamos con papel de horno y la rellenamos con garbanzos o piedras de repostería. Horneamos durante veinte minutos.

Una vez que pase el tiempo, le sacamos el papel con los garbanzos y bajamos el horno a 175 grados, horneamos durante otros cinco minutos más. Retiramos del horno para rellenarla.

Para el relleno, calentamos el vino con las pasas y lo llevamos a ebullición. Retiramos para que enfríe. En un bol, batimos los huevos enteros con las yemas y el azúcar hasta que estén blanquecinos, añadimos la nata y agregamos el vino dulce junto con las pasas. Vertemos el relleno encima de la base de masa quebrada y horneamos durante cuarenta minutos a 175 grados. Dejamos que la tarta se enfríe dentro de su molde.

Tiempo de elaboración | 1 hora
Dificultad | Fácil

Degustación

Ideal para los más golosos, esta tarta de Pedro Ximénez casa perfectamente como postre o pastel de merienda. No es pesada, puesto que la crema que se forma al llevar nata es más suave que un simple flan, todo ello acompañado con el regusto de vino dulce y las pasas. Además, sirve para dar salida a aquellas uvas pasas que nos han quedado de las navidades, y alguna que otra botella abierta de vino Pedro Ximénez que hayamos abierto en las fiestas. Podéis acompañarla con un poco de nata montada fría mezclada con unas cucharaditas de vino dulce.

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No soy mucho yo de hacer postres, pues nunca se me han dado muy bien, y menos aún para San Valentín, pero es que he visto esta espectacular strawberry pear pie —para los cristianos, una tarta de fresa y pera— en La cocina de Carolina y, sinceramente, no he podido resistirme a prepararla.

Para mi gusto, es un poco demasiado entretenida de preparar. No es que haya ningún paso especialmente complicado, pero te tiene pendiente de ella media mañana. Afortunadamente, el esfuerzo bien merece la pena, porque además de lucir preciosa, está deliciosa. Vamos, perfecta para San Valentín.

Ingredientes para un molde de 22cm

• Para la masa: 325g de harina, una pizca de levadura química, una pizca de sal, 30g de azúcar glas, 165g de mantequilla, 115 ml de agua con 1 cucharadita de vinagre de manzana o zumo de limón.

• Para el relleno: 600g de fresas, 200g de pera conferencia, 45g de Maizena, 150g de azúcar

Cómo hacer una tarta de fresa y pera para San Valentín

Empezamos preparando la masa. Para ello mezclamos la harina, la levadura, la sal y el azúcar glas en un cuenco. Luego añadimos la mantequilla bien fría y cortada en dados, trabajándola rápidamente bien con las manos muy frías bien con un estribo de mantequilla o las varillas de batir, hasta que quede una textura como miga de pan.

El siguiente paso es añadir el agua y el vinagre de manzana. Es conveniente que el agua esté bien fría. Yo he utilizado unos cubitos de hielo para enfriarla. Luego mezclamos con un tenedor hasta obtener una masa manejable, la dividimos más o menos por la mitad (una parte un poco más grande que la otra), les damos forma de bola, las envolvemos con papel film y las guardamos en la nevera durante al menos una hora.

Mientras se enfría la masa, aprovechamos para recoger un poco la cocina y lavar, pelar y trocear las peras y las fresas, que pondremos en un cuenco junto con los 150g de azúcar y los 45g de Maizena. Una vez hayan soltado su jugo, las ponemos en una sartén antiadherente a fuego medio, hasta que comience a hervir, y reservamos.

Transcurrida la hora de rigor, sacamos la masa más grande de la nevera y la amasamos dándole forma redonda, un par de centímetros más grande que el molde será suficiente. Por otro lado, amasamos la masa pequeña y la recortamos con la forma que más gusto nos dé. Si es para San Valentín, unos corazones serán perfectos.

Luego engrasamos y enharinamos el molde, que encamisaremos con la masa más grande. Vertemos las fresas y peras en el interior, doblamos los bordes de la masa y decoramos con los corazones. Antes de meter en el horno, tapamos la tarta con papel de aluminio engrasado y enharinado también.

El último paso es hornear. Primero 45 minutos con el horno a 215ºC y con la bandeja en la parte inferior, y luego 30 minutos a 180ºC en la zona media, ya sin el papel de aluminio, hasta que la masa se dore y veamos como el relleno burbujea. Dejamos que enfríe completamente y listo.

Tiempo de elaboración | 3 horas
Dificultad | Media

Degustación

La tarta de fresa y pera para San Valentín se puede servir tanto fría como tibia, acompañada de nata o con una bola de helado. A mi me gusta tibia, por que se aprecia más el sabor de las fresas y me encanta el contraste con el frío de la nata o el helado, pero os aseguro que está espectacular de todas las formas. ¡Gracias Carolina por la receta!

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No me canso de mirar la foto porque esta receta de souffle frío de frambuesas para San Valentín tiene una presentación espectacular, ¿no os parece? En realidad deberíamos llamarlo falso soufflé de frambuesas porque en lugar de elaborarse cociéndolo en el horno, esta receta se cuaja en frío en la nevera.

En realidad para ser exactos este falso souffle es lo que se suele denominar una bavarois de frambuesas que podemos preparar también con fresas o con cualquier otro fruto rojo que nos guste, ya sea fresco o congelado.

Ingredientes para 8 moldes individuales

• 500 gr de frambuesas, 300 gr de nata líquida, 3 claras, 150 gr de azúcar, 3 hojas de gelatina y un chorrito de zumo de limón

Cómo hacer un soufflé frío de frambuesas para San Valentín

La receta la aprendí en la Escuela de cocina Telva donde realicé un curso de técnicas de cocina. Lo primero que hacemos es preparar un puré de frambuesas triturándolas con la batidora. Luego las pasamos por el colador fino y lo reducimos en un cazo para concentrarlo y hacerlo más espeso. Añadimos unas gotas de zumo de limón.

Ponemos la gelatina en remojo y cuando está blanda la deshacemos en el puré de frambuesas, dejándolo enfriar. Montamos las 3 claras a punto de nieve y vamos añadiendo el azúcar poco a poco en forma de lluvia mientras seguimos vatiendo.

Incoropramos el merengue resultante al puré de frambuesas con movimientos envolventes. Montamos la nata y la unimos a la mezcla anterior procurando que no se baje para que sea lo más esponjosa posible.

Cortamos tiras de papel aluminio y las ponemos sobre los ramequines o moldes individuales de souffle, para hacer que tengan una mayor capacidad y para que parezca que el soufflé ha crecido desbordando su capacidad. Rellenamos los moldes y los dejamos enfriar la nevera durante 1 hora sin retirar el aluminio hasta el momento de servir.

Tiempo de elaboración | 20 minutos más el reposo
Dificultad | Media

Degustación

Esta receta de souffle frío de frambuesas para San Valentín es deliciosa y muy ligera por lo que puede ser estupenda también para preparar para cumpleaños y otras fiestas familiares. Para presentarla ponemos unas frambuesas encima de cada molde y manchamos con unas gotitas del puré que nos hayan quedado.

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